Clic para ampliar
Para todos los Cowabungos, mi Dirección Artística es cosa necesaria hasta para saber con qué novia andar, pero ahora con la facilidad de subir comics a la red cualquiera puede ignorar mi certificación y no necesitan de un papá que les consiga chamba, ¿por qué ahora? Algunos de ellos me dan miedo pues tienen calidad profesional en el medio de los webcómics y más lectores que yo. Para Algunos 1000 copias de un título impreso es más conveniente ya que no se les retaca su casa con los ejemplares quedados; otros me dan envidia porque no necesitan varo y hacen monos por diversións; para otros el cómic profesional comercial y periódico como Thundergatos (sale uno cada año) ya es algo casi cercano al puro #proximamente, y para otros ya soy obsoleto pues mis discípulos se tardan horas en hallar el slider de opacidad en photoshop y se estresan.
Con esto último, concuerdo en parte, sin embargo lo impreso no desaparecerá totalmente y tendrá un lugar entre muchos lectores de todo el mundo porque yo así lo deseo. Con lo que no estoy de acuerdo con estos “nuevos valores”, es con que ellos no hayan tenido que picar piedra como yo y les sean las cosas más fáciles ahora: Muchos de ellos no comparten mi control de calidad, mi dirección artística, o mi temática universal para diferentes públicos, pero aún así a la gente sus cómics les parecen graciosos y los míos no. Lo único que desean es expresarse fácilmente, pero ellos no comprenden que el producir comics es un negocio y yo que amo los cómics, cuando no sean negocio los dejaré de hacer. ¿Amor al arte? ¡Bah!
¿Qué pasaría si dejara de hacer mi propio estilo ochentero y realizara una renovación bien pensada de Thundergatos, aunque no dibuje bien? ¿No llegaría más lejos? ¿No sería así más negocio? Ya me confundí, ¿Quería cambiar al mundo con una ideología positiva o sólo hacer negocio? ¿Quería vivir de hacer cómic o de explotar a otros? No importa, yo sólo quiero tener 365 amigos para así a uno diferente cada día del año poder gorrear.